Israel-Palestina

 


Por, Luis Alberto Nina


Ayer vi un corte de una noticia de Democracy Now, acerca de una protesta en NYC Grand Central Station, ejercida eminentemente por judíos que llamaban al cese de “fuego” o del genocidio que lleva a cabo el gobierno de Israel en contra del grupo terrorista Hamas y la población palestina, primordialmente en Gaza. Cientos –de más de mil de estos protestantes–, que hicieron presencia allí, fueron apresados por la policía neoyorquina. Ya estaban dispuestos a ir a la carcel en aras de expresar –no solo su defensa por el pueblo palestino–, sino para gritarle al mundo que esta no es una batalla de judíos, sino de israelíes—cuyos asesinos la bandera mediática que usan es atribuirle las bombas al antisemitismo. O sea, al odio o desprecio de ellos, los judíos; y generalizan aduciendo que de “todos los judíos”…

La muchedumbre, con enérgica devoción, vociferaba lemas como, “Not in our name”, “Never again for anyone”… en los que se encontraban catedráticos universitarios, rabinos, actores, pediatras, asambleístas y senadores estatales, al igual que, activistas, palestinos, árabes, y, como no, personas y -familias de hasta 13 miembros- sin atributos particulares más que humanos… El video sin lugar a dudas me dejó estupefacto; me encantó ver cómo a la hora de la hora todavía quedan seres humanos dispuestos a la lucha por defender una verdad…

Fuera de las muertes de más de 8 mil palestinos, en los que más de un tercio de ellos son niños, según UNICEF; lo que desencadenó la urgencia de este grito fue la búsqueda de 14.5 billones, por el congreso estadounidense, para que Israel siga llevando a cabo su genocidio: “mucho menos con nuestro dinero”… Lo impresionante no sólo es que Estados Unidos tenga tan doble moral, sino que, casi toda la comunidad internacional está apoyando semejante barbarie.

En Yemen, desde el 2021 hasta ahora han muerto al menos 377 mil personas, según la ONU. De los que solo 150 mil han muerto de forma directa a través de un conflicto bélico del que “nadie” aparenta saber que existe… y el resto ha muerto por hambre o enfermedades debido al mismo. Una guerra llevada a cabo por Arabia Saudita y apoyados por Reinos Unidos y, obviamente, Los Estados Unidos. Esto es pura hipocresía: el mundo se jacta defendiendo a Israel de los ataques del 7 de octubre; y ni defiende las vidas de los palestinos y menos la de los yemenitas. Más que antisemitismo todo el discurso de Israel, ¿qué tal islamofobia?

¿Qué nos sucede? ¿Dónde quedó la parte moral cuando se trata de la vida de un ser humano, al punto de que nos convertimos en mejores apologistas de un grupo y los mayores detractores de otros?

Después vi varias entrevistas, igual de Democracy Now, que casi me sacaron las lagrimas: una le fue hecha a Ta-Nehisi Coates y la otra a un alto oficial de la ONU, Craig Mokhiber, quien acaba de renunciar por el genocidio que lleva a cabo Israel. En la primera, Coates habla sobre cuando visitó a Palestina. Dijo que fue detenido por la milicia israelí, quien le cuestionó sobre a cuál religión pertenecía. Éste dijo que no era de ninguna y que tampoco sus padres, a la seguida cuestionante; pero que sus abuelos, a la tercera, eran o fueron cristianos. Entonces le permitieron el paso… Coates relata esta historia al igual que otras y pone en relieve la barbarie que viven los palestinos en las manos de estos soldados y el gobierno israelí.

En la segunda entrevista, todavía más alarmante, el alto exoficial de la ONU, Graig, hablaba de la razón primordial de la creación de la ONU después de La Segunda Guerra Mundial. El fin era evitar la escala de conflictos y, para resumirlo en esta tesitura, otro holocausto.

Tan solo ahora, hace unos minutos, observé una imagen en los que soldados israelíes se tomaban una fotografía mostrándose con armas bélicas, en los que el titular expresaba: “IDF says its ‘encirclement of the city of Gaza has been completed’”. A lo que me parece necesaria la siguiente observación: ¿cómo es que resulta tan fácil, o al menos así aparenta, para que algunas personas opriman, asesinen, torturen o aterroricen a una persona, o a una multitud de estás, sin el más mínimo pudor; sólo con la idea de que se defiende o se acusa una causa. Sin lugar a duda creo que formar parte de la milicia es locura; poner en juego la vida de uno sólo por patriotismo es una de las ridiculeces más grande del mundo. Bernard Shaw dijo una vez, “Nunca se tendrá un mundo tranquilo hasta que se extirpe el patriotismo en la raza humana”. La paz se ejerce en el desprendimiento del ego y en la comprensión, en esa armonía de los seres, de nosotros como entes pensantes.

Hermann Hesse dijo, “No reniego del patriotismo, pero primeramente soy un ser humano, y cuando ambas cosas son incompatibles, siempre le doy la razón al ser humano.” Si bien es cierto que los seres humano igual le quitan la vida a otros, esta idea de la muerte, de la idea de guerra, y peor aun, de un genocidio no deja de violentar, moralmente hablando, la dignidad del ser, de la comunidad, de la verdad de nuestros actos.

Siempre he creido que han de ser aquellos quienes propician estas guerras, tales ególatras, déspotas, imbéciles, quienes deberían estar en las primeras filas de sus batallones; no personas que a veces ni reconocen las causas de estos altercados.

Para terminar en una nota positiva

El orgullo que siento de aquellas personas, pequeñas o grandes, que han hecho un llamado a que se detenga el asesinato de seres en Palestina, es hasta chistoso. El que tenga uno que sentir placer por una acción deontológica nos dice sobre las condiciones en que la sociedad de hoy se comporta. 

Mi postura en este conflicto son dos:

  1. Para entender lo que sucede entre estas dos culturas, la persona debe manejar un sinnúmero de temas que, sólo a un intelectual le quedan corto. Considero que este conflicto se debe analizar desde la escena, desde la historia, desde la parte humana y la consideración de la moral de la humanidad, del interés imperialista, desde la ambición de guerra, desde la utilización de armamento bélico que no se han usado y se estan poniendo viejo, desde la manipulación de los medios de comunicación, desde el ego, desde el nazismo, desde la estigmatización y la discriminaciones islamista y judía, desde la opresión y/o el Apartheid, desde el terrorismo, desde la victimización, desde la hegemonía, desde la diferenciación de culturas, desde la religión… Debido a todo lo dicho y más, este no es un tema simple, sino uno altamente complejo…
  2. El segundo punto es, yo, como necio que soy en la ignorancia, voy a dar mi parecer igual: creo que lo que Hamas hizo tenía fecha, imperdonable tal; pero hay que admitir que era cuestión de tiempo. Es como cuando a un padre le violan sexualmente a su hija… de un modo u otro judicialmente no permitimos que el padre tome las riendas en sus manos, sino que, es la justicia la que decide y a ella se lo dejamos. Ahora, cuando se trata de este tema de Israel-Palestina, suele ser distinto… La paz sólo se obtiene con justicia. Lo que tiene que ver con el Apartheid de los palestinos, hasta cierta medida apoyado por la comunidad internacional, sólo ellos saben lo que sienten cuando ven a uno de sus familiares muertos, de los que la mitad que mueren son niños. Sólo a quien le sucede esto, y a quien le violan una hija, sabe qué es lo que hará cuando se tope con el verdugo…

Fuentes: Women  Protesta   Yemen   Coates   Craig   Soldados

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