Caras

[…] Estos poemas están basados en una época particular de mi vida, a mis 23 años de edad… El trayecto de lo que he vivido hasta hoy, he decidido detallarlo con voces mudas impresas en papel.

Las cosas que nosotros decidimos a veces, no le pertenecen sólo a nuestro presente, sino también a un futuro que es creado a cada minuto que ocurrimos. El querer a una persona y dedicarle su tiempo –de una forma inclina a lo que, por falta de ingenio, llamamos destino– a alegrar la distancia y el tiempo de un cuerpo, independientemente si está correcto o incorrecto. A esta edad entendí que la felicidad se encontraba en un presente muy rebuscado… se debía parar la queja y salir a buscar lo que se querría realmente […]

 

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