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Representa la masculinidad

Un hombre es en sí masculino cuando sus actos y sus silencios representan el genero… Tal representación lo constituyo en el epitome de un tren… una dirección, un propósito, un futuro; todos guiados a un ritmo imparable. En una oración quizá defina mi versión mejor de este concepto: un hombre, masculino, es quien insiste en un camino abundante. 

Para ser masculino debe el hombre poseer autonomía, asertividad, dominio de sus emociones y, sobre todo, ni que la incertidumbre lo detenga ni que la lobreguez apague su albor.

La masculinidad se basa en la competencia, en la voluntad, en la persistencia, y en el triunfo; siempre sirviendo de ejemplo, protegiendo y en quietud.

 

¿Qué es la Masculinidad?

Como hombre debemos tener honor; tener palabras y ser consecuente con nuestras decisiones. Debemos proponernos metas, lanzarnos a ellas, continuar en esas conquistas y vencer. Y todo debe ser armonioso en su insistencia. Solo el honor logra que se cumplan los sueños; el mismo logra que nos mantengamos erguidos y no nos escondamos ante cualquier contraste. Un hombre con honor es respetuoso y dice la verdad. Se pone primero así mismo y a su desarrollo personal. Al igual que está dispuesto a sacrificarse si tal esfuerzo va de la mano de aquellos que ama y lo merecen.

Un hombre con honor no se queja; vence independientemente de todo.

La masculinidad envuelve un matiz de honor en todo lo que se hace como hombre; es como la obligación del traje. Como tal, un hombre masculino siempre lleva el traje de compromiso, deberes u obligaciones, y, primordialmente de futuro… 

Masculinidad

Controla tus emociones, lidera, arriesga tu piel.

Músculos

Si no puedes brindar seguridad, nunca se te respetará.

Vive tu masculinidad

Dinero

En este mundo, solo puedes ejercer poder cuando dispones de capital.

Código de Masculinidad

En este lugar late nuestra verdad

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Cuando eres autentico en tu hombría, resaltas tu masculinidad. Un hombre que se comporta como nace, que viste como nace, que hace silencio como nace, siempre terminará formando parte del majestuoso mundo de la masculinidad. O sea, un ente de pasado superado, de presente con metas y de futuro conquistados.

Sé autentico

Un buen hombre puede no ser uno masculino. Un hombre es un ente que es responsable, justo, trabaja y tiene una familia, etc. Uno masculino es aquel mismo hombre, pero en esteroides: líder, prudente, fuerte, solucionador de problemas, responsable tanto con la familia como en la cama y, sobre todo, inagotable y en bonanza. Un hombre es cualquiera; mediocre como magnifico, ahora, uno que sea masculino es aquel que tiene futuro.

Un hombre masculino es aquel que entiende, tolera o permite, potencia o ayuda a que una mujer sea femenina. Promover el que una mujer viva su femineidad, de modo silenciado y positivo, es una de las herramientas más infalible que resalta a un hombre masculino. 

Un hombre masculino defiende y… se defiende

Nunca se nos educó sobre qué conllevaba ser hombre; no tuvimos padres que lo hicieran. Y si hubo padres, o poco sabían cómo o no se animaron a hacerlo. De modo que, ¿y ahora qué?

Hay un camino a seguir, en esta interrogante: existe el constructo de la masculinidad.

Por lo tanto, ya que, después de haber nacido hombre, sabemos ahora que debemos enfocarnos en ser o resaltar nuestra masculinidad, ¿cuáles son esas veredas por seguir para lograrlo?

Primero, que no nos dé miedo admitir que desconocemos lo que constituye un hombre masculino. Un hombre es aquel cuyo genitales lo señalan así. Pero ese hombre, en su masculinidad, es más de ahí…

Como nunca se nos educó cómo ser masculino, nos corresponde a nosotros aprenderlo de quien lo sabe.