Por, Luis Alberto Nina
No esperes a mañana para convertirte en tu mejor versión
Ser adulto es el resumen, no sólo físico, igual psicológico y temporal de lo que hoy somos. Hoy, ser es todo aquello que hemos hecho con nuestro cuerpo y con nuestra mente, entre medio de todo el tiempo que ha sucedido; los pasos que hemos tomados, la información que hemos adquirido… No obstante, ya de adultos entendemos que aun nos falta; todo se siente a medias mientras nos desenvolvemos en la vida. Y esto ni fue genética ni debemos inculpar a aquellos que cuidaron o educaron de nosotros. Es normal; para vivir en paz resulta perentorio que nosotros nos dediquemos a compensar todo aquello que escaseamos. Y, como tal, todo lo que nos falta va a seguir faltándonos a menos que pongamos de nuestra parte. Es decir, que nos construyamos.
Construirse es estar en forma física y emocionalmente: aliméntate mejor, haz ejercicios, lee y, sobre todo, analízate internamente. Esta última es quizá la practica, necesaria por demás, que más trabajo va a costarnos; conocernos es parte de una verdad imperativa e impostergable que nadie más puede lograr por nosotros. Es a ti y a mí que nos compete entendernos. Por consiguiente, en el momento en que concebimos quienes somos es cuando verdaderamente ha de empezar la vida. Conocerse es ser consciente. Ser consciente es reconocer la existencia nuestra en el entorno al igual que frente a él. Es por eso que, cuando te construye, existes.