Por, Luis Alberto Nina


¿Para qué sirve el conocimiento si dicho saber no nos transforma?

Primero debe uno reconocer que algo escasea, querer modificar la ausencia, saber cómo y, entonces, finalmente lograrlo. Pero para ello hay que: identificar, querer, entender, arriesgarse, persistir y, al triunfar… entonces hay que seguir movimiento. Y eso he pretendido hacer desde que…

Cada año desde el 2006 el admirado activista dominicano, Manuel Robles, realiza lo que se puede denominar parte de una tradición; selecciona un tema o varios que usaría para el año entrante, con la intención de que esta sea la plataforma que mejore tanto a su persona al igual que a parte de su entorno. Y la elección, digo yo, ha de ser original, precisa y evolutiva; ha de chocarnos, requerir esfuerzo, persistencia, dedicación… Y, debido a que consideré esta tendencia fenomenal, la he adaptado desde hace ya muchos años…

Los temas para el año 2014 fueron (% completado):

  1. El año del respeto a todas las culturas (95%)
  2. El año de la libertad de la moral (95%)

Los temas para el año 2015 fueron (% completado):

  1. El año de la tolerancia de las ideas (80%)
  2. El año de mi propia transformación (90%)

Los temas para el año 2016 fueron (% completado):

  1. El año de la paciencia (60%)
  2. El año de ponerme a estudiarlo todo (75%)

Los temas para el año 2017 fueron (% completado):

  1. Estudiar más a fondo la historia universal de modo cronológico (20%)
  2. El segundo año de la paciencia (80%)
  3. Ignorar más… (75%) 

Los temas para el año 2018 fueron (% completado):

  1. Leer más (95%)
  2. Alejarme más de las redes sociales (80%)
  3. Ser optimista (elucubrar para bien) (60%)
  4. Hacer silencio, observar, entender más (30%)

Los temas para el año 2019 fueron (% completado):

  1. Leer más (95%)
  2. Mantenerme fuera de Facebook (100%)
  3. Usar menos el celular (75%)

Los temas para el año 2020 fueron (% completado):

  1. Hacer múltiples remodelaciones en casa (100%)
  2. Reducir el uso del celular (25%)
  3. Leer más (10%)
  4. Atenderme más, en vez… (80%)

Ahora hago un reencuentro de lo que sucedió en este año 2020, que está a horas de concluir (o ya lo hizo).

Yo creo que para la gran mayoría el 2020 ha sido uno de esos eternos desenlaces en que, hemos quedamos con el resabio de que falta algo más. Con esto no digo que queremos que se replique o que merecemos más meses; sino que, existe como un hueco en todo esto, como si en cierta parte el mismo haya sido puro desperdicio. Aunque, para ser justo, algo muy bueno tuvo: ha sido un año de lucha, de mucha resilencia, de logros, incluso. Igual, hemos aprendido el valor de muchas cosas, como la amistad, la familia, la salud, el dinero, la apariencia y, sobre todo, la importancia de las maestras, al igual que de elegir un líder político que sepa teorizar mejor sobre nuestras vidas. Sin lugar a duda este año ha sido un rompecabezas; la disciplina de la máscara, la limpieza exagerada, la ilusión de un tal distanciamiento y, por último, el molesto aislamiento. ¡Un tiempo, para la historia!

Sobre las resoluciones que me interpuse mucho antes de ver hacerse monstruo este manicomio de momentos, creo que algunas continuaron su propósito. Obviamente, el énfasis de éstas estuvo algo desgastado por lo imprevisto. El invierno lo usé para remodelar algunos áreas de mi hogar, en la primavera le di brillo a mi patio y, ya terminándose el año, regresé a completar muchas más metas en el hogar. 

El celular he dejado de usarlo en muchos aspectos. Antes era, como casi todos, enfermo con él. Creo que decir que reduje su uso en al menos un 25% es un comentario muy moderado. Absolutamente no uso Facebook, los grupos de WhatsApp los he abandonado, Instagram –Cual es el que más uso– a veces duro semanas sin colocar una fotografía. Para lo único que uso este último es para ver mujeres bailando y… digo, no debí nunca decir eso… para ver a personas tejer y hornear pastelitos. De todos modos, ando en proceso de completamente cerrar esto; solo quedarme con mi Website.

Leer: este año no he leído como he querido; menos de dos decenas. No ha sido el mejor de los intentos en ese aspecto…

Y lo último que me propuse fue, atenderme mas, en vez… y creo que lo estoy haciendo muy bien 

Otras metas subliminales que he logrado han sido: educar a mis hijos, darles mucho amor, cuidar más mi hogar, trabajar como si fuera a ganar un premio, y hacer mucho silencio. Igual, hoy no estoy donde no encajo ni me emociono como antes; la bulla, el brío, la distancia… en mi mundo ya hasta esto hay que ganárselo.

Ahora, cuáles son esos temas que he diseñado para este año, 2021:

  1. Soltar por completo el celular
  2. Leer
  3. Quedarme en casa / gastar menos
  4. Silencio, hacer silencio…

Si desea formar parte de estas resoluciones, comenta las tuyas…

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Fuente: foto

One thought on “2021

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