Por, Luis Alberto Nina
(El escrito que muestro abajo fue plasmado en el Website que tenía anteriormente, un ocho de junio del 2017, www.luisalbertonina.com. Lo que hago ahora es simplemente recrearlo en lo nuevo. El poema alude a un sueño que una vez tuve, un día de lluvia; casualmente era Jueves… conducía por un círculo y me encontré con Ella; más con su sonrisa que con su cuerpo. Recuerdo muy bien aquella pesadilla, si nos referimos a la distancia, a lo imposible, al fracaso de “un te quiero”… Ella subía algo a un carro…)
Hay cosas con las que uno se encuentra, cuando cae la lluvia, que lo dejan enganchado al miedo y al encanto; es una mezcolanza perpleja, ambivalente igual, atiborrada de momentos exagerados… Sólo espero que haya sido lo mismo desde el Norte.
—¿Que por qué aparenta mi piel que navega aterrada entre tanta libertad; silenciosa y canalla? Es fácil la respuesta a la pregunta que te haces: porque no debe nunca el deseo gastarse mientras Espera, porque la vida es una sola y cuando al tiempo no se le promete nada, cruzar los brazos sentado–debajo de una escalinata, olvidado por el desdén y una especie que destape la sed… a veces o casi siempre, es una jugada egoísta e imposible de defender. No existe ser en esta galaxia que amerite tanto sin dar nada; tres líneas son más que suficiente, la voz, el tiempo, la magnitud de todo esto… he puesto de mi parte… Si no hay señal, se Espera sí, todavía aguanta… pero se logra, subrayado de la apariencia de estos pequeños fragmentos de la libertad.
Ser libre para mí es dejar ir, es dejar ir, es ser lo primero que ocurra; pura arte… esto no denota ni el descuido de la intención ni otra intención que no sea seguir soñando. No todo siempre es color de Mariposas, no todo se sabe. A nosotros los inútiles (los Pendejos); aquellos que la timidez, la inocencia, la inseguridad les arropa, hay que decirles a cada rato que se les quiere, a cada rato… Con apenas una vez que se grite o se susurre, o hasta que se exprese en la mirada; en una mirada sincera, en un gesto apuesto y solo para mí, como con colores o cualquier cosa nuestra, pierde uno una gran parte de toda esta libertad, y se vuelve más de la Espera; y con cualquier cercanía, paralizo nuestros mundos…
Acabo de leer esto y me agradó al punto que lo voy a concatenar con éste, mi día lluvioso, hoy que es uno de esos Jueves… románticos:
Si sus sentimientos son los mismos que en abril, dígalo de una vez, una palabra suya me silenciará para siempre. Si sus sentimientos hubiesen cambiado, tendría que decirle que me ha hechizado en cuerpo y alma y la amo, la amo, la amo, no quiero estar sin usted otro día.